Una costa escarpada y salvaje

Extensión natural de la Costa Bermeja, la Costa Brava designa la costa catalana que se extiende entre la frontera franco-española y Blanes, entre Rosas y Barcelona. Este litoral, situado a los pies de las montañas, se caracteriza por su costa recortada (aproximadamente 250 km), con calas salvajes de aguas cristalinas, bahías, playas de fina arena, pueblos al pie de las montañas y puertos pesqueros. La Costa Brava está salpicada de destinos turísticos con centros náuticos y modernos equipamientos, como Blanes, Tossa de Mar, Lloret de Mar, Sant Feliu de Guíxols, Empuriabrava, Sant Martí d’Empúries, Roses y Cadaqués. Un destino ideal para unas vacaciones junto al mar Mediterráneo, el litoral de la Costa Brava ofrece infinitas actividades. Además de relajarse en la "playa," los visitantes pueden explorar encantadores pueblos, parques naturales y mucho más. Los vacacionistas tienen a su disposición numerosos deportes acuáticos, como buceo, snorkel, kayak, paddle surf, esquí acuático, kitesurf, vela y windsurf. Esta región de Cataluña cuenta con numerosos senderos para practicar senderismo y ciclismo de montaña a lo largo del litoral y en las montañas. Alquile una bicicleta y encontrará miradores perfectos para observar la playa, las calas y la región. Desde el Camping Cala Llevado, en Tossa de Mar, España, estará perfectamente situado para descubrir las playas más hermosas de la Costa Brava. Deténgase en uno de los restaurantes cercanos a los puertos de la costa y deguste una deliciosa paella o fideuà en un entorno natural ideal, a pocos metros de la playa y sus aguas turquesas.

Las 10 Playas Más Bellas de la Costa Brava

  • Cala Bona, Tossa de Mar: Un lugar rodeado de rocas donde es difícil colocar la toalla, pero un paraíso para los amantes del buceo, el snorkel y el kayak.
  • Cala Giverola, Tossa de Mar: Una cala paradisíaca protegida por acantilados, donde reposan tranquilamente algunos barcos a motor. Dedique un día para descubrir este hermoso lugar.
  • Sa Caleta, Lloret de Mar: Una cala de aguas turquesas dominada por un castillo medieval, ideal para combinar baño y exploración cultural en un solo día.
  • Platja de Fenals, Lloret de Mar: Una parte de la playa cuenta con infraestructuras diseñadas para familias (centros náuticos, zonas de juegos, bares, restaurantes, sanitarios), y la otra es más salvaje, perfecta para bañistas en busca de tranquilidad.
  • Cala Sant Francesc, Blanes: Una pequeña playa de arena de 220 metros de largo accesible a pie por un encantador jardín botánico.
  • Cala Rovira, Platja d’Aro: Una hermosa playa de arena fina de más de 235 metros de largo, cerca de la autopista y fácilmente accesible en coche desde el centro de la ciudad o el aeropuerto de Girona.
  • Cala San Roque, Calella de Palafrugell: Una cala singular a la que se accede por escaleras desde un mirador con impresionantes vistas de la bahía de Calella. Una playa única, pero no recomendable para familias debido a las rocas en el agua.
  • S'Alguer, Palamós: Su destino ideal si imagina una cala discreta rodeada de vegetación, con algunos barcos sobre los guijarros y casas blancas con puertas y ventanas coloridas.
  • Platja del Pi, Port Bou: Una excelente opción para quienes deseen visitar el Museo Salvador Dalí y el Castillo de Sant Ferran en Figueres, una de las ciudades más atractivas del norte de Cataluña.
  • Sa Tuna, Begur: Un lugar ideal para escapar de las multitudes estivales de la Costa Brava, cerca de Barcelona pero lejos de los circuitos turísticos habituales.